Es significativo y bueno recordar a los personajes que nos dejaron un legado importante con su ejemplo y conducta porque muchas veces el tiempo tiende a sepultarlos y hace difícil recordarlos.
Una de ellas es al ilustre jurista zuliano Rangel Quintero Castañeda, que fue un verdadero ciudadano y en la escena política nunca cambió. Sobre todo hay que destacar su figura en este tiempo que cada día se va haciendo más violento e intolerante.
Este hombre fallecido un 8 de noviembre de 2007 representa el polo opuesto del ciego fanatismo.
Fue un personaje que hoy es escaso encontrar, mantenía el equilibrio en medio de los acontecimientos de confrontación y de dificultades. La serenidad era una de sus virtudes más valiosas.
Rangel Quintero nació en Sinamaica en el entonces municipio Páez en la guajira venezolana el 8 de septiembre de 1929.
Cómo estudiante de Derecho se destacó, era brillante y estudioso de las leyes, sin olvidar nunca su compromiso con la política.
Militó Rangel activamente como dirigente estudiantil social cristiano conocedor del ideario del humanismo cristiano, de la Doctrina Social de la Iglesia (DSI), era un luchador democrático formado.
Cómo político y parlamentario Quintero Castañeda marcó distancia de los demás por su verticalidad y defensa aguerrida de la democracia y sus principios.
Se desempeño también como director de política de la gobernación del Zulia en el año 1959 y secretario de gobierno en los tortuosos años 1960 hasta 1963 en plena insurgencia guerrillera.
En 1963 fue electo diputado al entonces congreso nacional. Activo y siempre presuroso en el trabajo parlamentario en opinión de quienes lo conocieron de cerca.
Rangel dejaba ver en su rostro una cara serena y firme.
Era un hombre que iba más allá de las apariencias, del espectáculo vanidoso de la vida.
Fue director general del Ministerio del Trabajo, ministro del trabajo en el gobierno del expresidente Luis Herrera Campíns, defendiendo siempre la causa de los trabajadores y la libertad de los empresarios a la propiedad como un derecho natural de la persona.
También representó a Venezuela en la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en Ginebra.
Escondía Rangel Quintero Castañeda en su sencillez una incuestionable reciedumbre moral que deja huella.
La muerte del doctor Castañeda nos descubrió como fue su vida.
Un recuerdo permanente para él.
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