María Corina Machado es la candidata electa de la oposición y para ello se hicieron las Primarias. El régimen no le va a permitir participar y es lo que se evidencia con la decisión del TSJ. Hasta que no se conozca el cronograma electoral y la fecha de inscripción de candidatos, MCM es candidata, debe seguir actuando como tal, seguir impulsando la Gran Alianza Nacional (GANA) y la exigencia de un proceso electoral competitivo y sin exclusiones.
Llegado el momento de inscribir la candidatura y no permitirle su derecho a participar, seguramente habrá un relevo necesario, seguramente ya previsto, donde MCM será la gran electora por el simple hecho del respaldo decidido en las Primarias.
Lo que está claro es la vía electoral, así como seguir impulsando la participación y la “vigilancia” del proceso, sabiendo que el régimen perdió todo el apoyo popular, aunque aparentemente conserva el control de todos los poderes, incluido el CNE. Entiendo que MCM ha logrado cimentar su importante liderazgo, más allá del proceso electoral, como una voz y un símbolo de la lucha ininterrumpida por la libertad, la democracia y el progreso nacional. De no permitirle competir en las elecciones, de las cuales sería segura ganadora, MCM conservaría la vocería y el liderazgo que ostenta, fundamental en el proceso político en desarrollo hacia una transición democrática.
Venezuela está tan destruida en todos los aspectos que, incluso ganando las elecciones, sería fundamental gestionar un proceso de gobernabilidad y cambio. Y que, para ser exitoso y evitar grandes conflictos y traumas, necesariamente obliga a mantener abiertos los procesos de diálogo y negociación, y en todo momento evitar los radicalismos, que nunca aportan soluciones, solo violencia.
Las transiciones democráticas exitosas, como experiencia, respondieron a unas negociaciones que implicaban elecciones libres, gobernabilidad y gradualismo en las reformas y políticas públicas necesarias. Sabemos que cada caso es particular, pero en España, Chile, Brasil, de alguna manera se cumplió el esquema: negociación, elecciones, gobernabilidad.
Otro hecho claro, es no confundir la negociación en Barbados con la de Qatar: relacionadas, pero no necesariamente vinculadas. La primera es de orden político interno, la segunda es fundamentalmente geopolítica: vinculadas y diferentes. Esto me lleva a pensar que las “sanciones” en petróleo y gas suspendidas van a seguir igual. El verdadero interés de Estados Unidos y otros países es la economía, no nuestras elecciones ni nuestra democracia y, mucho menos, nuestros padecimientos y bienestar.
Los países tienen intereses, no amigos. De allí la importancia de entender, de una vez por todas, que los problemas nuestros debemos resolverlos nosotros y entre nosotros.
En conclusión, MCM es candidata y lo sigue siendo hasta que no se dé el hecho objetivo e irreversible de que no le permitan inscribirse. En ese caso, estoy seguro, tanto MCM, quienes la apoyamos y los diferentes partidos y grupos, estaremos preparados para seguir participando en el proceso electoral y alcanzar el triunfo electoral para generar el cambio de gobierno y políticas que la mayoría viene demandando.