Londres, 25 jun (EFECOM).- Amnistía Internacional (AI) ha considerado este martes «profundamente preocupante» la posible salida a la Bolsa de Londres de la gigante china de la moda rápida Shein, de la que cuestiona «sus condiciones laborales y aplicación de los derechos humanos».
La portavoz de AI sobre la industria de la confección, Dominique Muller, ha expresado su inquietud por que una compañía de este tipo pueda «cosechar cientos de millones de libras mediante la venta de acciones y su cotización» en el parqué londinense, después de no haber conseguido cotizar en el de Nueva York.
Algunos medios británicos indican que la corporación, a la que se acusa de trabajo forzado en su cadena de suministro, podría haber ya tramitado la documentación necesaria para proceder a la Oferta Pública Inicial (OPI) en Londres, mientras que otros advierten de que podría echarse atrás ante los comentarios negativos que genera.
«Las autoridades del Reino Unido y la Bolsa de Valores de Londres no deberían facilitar la cotización de Shein hasta que se acuerden y se apliquen salvaguardias transparentes y vinculantes con respecto a los estándares de derechos humanos en toda su cadena de suministro», ha afirmado Muller.
AI dice que el modelo de negocio de la gigante de la moda rápida implica subcontratar la fabricación de prendas a una cadena de pequeños productores en China sin transparencia sobre su remuneración y condiciones, y «sin ningún derecho legal de reunión o sindicalización».
«Con demasiada frecuencia, las personas que fabrican prendas para empresas de moda ultrarrápida son tratadas como si fueran un coste que debe minimizarse, a fin de que los artículos puedan venderse a precios desorbitados», ha declarado Muller.
Amnistía denuncia también que muchas de las piezas de Shein están hechas de fibras sintéticas derivadas de combustibles fósiles, «lo que daña el medioambiente y es insostenible».
La organización pro derechos humanos explica además que, a menudo , los artículos de moda rápida -el concepto de producir prendas al por mayor, y lo más rápidamente posible, en respuesta a las tendencias del momento- acaban en vertederos, «con frecuencia contaminando a comunidades en el sur global».
La salida a Bolsa de Shein se ve desde algunos sectores políticos y económicos en el Reino Unido como un impulso al parqué londinense, que compite con los de Nueva York o Singapur para atraer a empresas tecnológicas y de rápido crecimiento. EFECOM
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