Imagen de archivo del aeropuerto de El Prat.
GIANLUCA BATTISTA
Un pequeño vertido radioactivo procedente de una caja colocada en la bodega de un avión procedente de Zúrich ha activado todas las alarmas, este martes, en el aeropuerto de El Prat en Barcelona, España. Aena, el gestor aeroportuario, ha asegurado que se ha activado el protocolo pero el incidente es “menor” y no se ha paralizado la actividad en la infraestructura aeroportuaria. Aún así, todos los cuerpos de emergencia han trabajando durante tres horas hasta descartar cualquier riesgo procedente del vertido. 127 pasajeros han quedado confinados durante las tres horas de emergencia.
Por: El País
A las 10.20 horas de este martes se ha detectado el vertido procedente de un paquete donde se guardaba material médico y se sospechaba que parte del mismo podría ser radioactivo. Este paquete iba en la cabina de un avión de la empresa Air Baltic por lo que no se ha dejado bajar a los pasajeros. Protección Civil ha activado la alerta del Plan de Emergencias Aeronáuticas de Cataluña (AEROCAT) y el Plan Especial para Emergencias Radiológicas de Cataluña (RADCAT). 13 dotaciones de los Bomberos de la Generalitat, entre los que se encontraban el Grupo de Riesgos Tecnológicos y el Furgón de Riesgo Químico, se han personado en el avión y han revisado el paquete. Han considerado que en el caso de que hubiera habido algún tipo de vertido sería de “baja intensidad” y han contactado con los técnicos del Servicio de Coordinación de Actividad Radioactiva para que descarten cualquier tipo de riesgo tras realizar comprobaciones.
El paquete radioactivo se encontraba dentro de la bodega del avión y cuando lo iban a retirar han comprobado que la caja de cartón que lo protegía estaba rota. El avión procedente de Suiza llevaba 127 pasajeros y cinco tripulantes que han sido confinados primero en la nave y, después, en una sala del aeropuerto.
Aena asegura que la operativa y los vuelos en el aeropuerto de El Prat no se han visto afectados por el incidente y fuentes de Protección civil confían en que todo apunta a que el vertido o no se ha producido o ha sido de una intensidad imperceptible.
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