Un sujeto abandonó un carro bomba en la cabecera urbana del corregimiento de Potrerito, ubicado en el municipio de Jamundí, Colombia y dejó a diez personas heridas. La emergencia pudo haber causado mayores estragos si no se hubiera tomado una serie de decisiones.
La primera fue la instalación de vallas metálicas en las inmediaciones de la subestación de la Policía Nacional como un filtro de seguridad. El terrorista no alcanzó a ubicar los artefactos al frente del comando, que, supuestamente, sería su principal objetivo.
Él lo parqueó a varios metros. La onda explosiva destruyó cinco casas y dos automotores. Los efectos también se sintieron en el colegio Alfonso López de Potrerito, afectando su infraestructura física sin mayores complicaciones.
Las aulas de clase estaban vacías porque la administración municipal tomó la decisión de cerrarlas este viernes a modo de solidaridad con los habitantes de Buenos Aires, Cauca, que perdieron a una profesora en medio de la explosión de otro carro bomba.
Así lo informó el secretario de convivencia y seguridad del Valle del Cauca, Walter Camilo Murcia Lozano: “Hoy, el señor alcalde había decretado, en atención a la muerte de la docente -también por un artefacto-, la calamidad. Por eso, hoy no era un día escolar”.
La Secretaría de Educación confirmó daños en las fachadas, colapso de los vidrios de las ventanas, los techos se soplaron y se desprendieron algunas luminarias. El vigilante de la institución, Marco Antonio Jaramillo, quedó herido y se encuentra en recuperación.
Cinco menores de edad que estaban en cercanías del sector donde explotó el vehículo sí resultaron con molestias. Ellos fueron atendidos en el centro médico por síntomas asociados a aturdimiento y están fuera de peligro.
“Desde el gobierno de los ciudadanos, reiteramos el llamado al Gobierno nacional. Rechazamos estos actos de violencia y solicitamos respeto por nuestros docentes, niños, niñas y jóvenes, así como por la educación”, afirmó la Alcaldía de Jamundí.
Las autoridades fijaron el objetivo de esclarecer el atentado terrorista. Ellos reconocieron que la información que podría tener la comunidad sería valiosa para identificar y judicializar a los sujetos que están detrás de este plan.
Ofrecen recompensa
Frente a este escenario, “hemos dispuesto una recompensa de $70.000.000, 20 millones que aporta la Alcaldía de Jamundí y 50 millones destinados desde la Gobernación del Valle”, manifestó el mandatario Andrés Felipe Arias en sus redes sociales.
El mensaje también fue compartido por el director de la Policía Nacional, general William René Salamanca: “Se aumenta la recompensa a 70 millones de pesos por información que conduzca a ubicar a los responsables de la acción criminal en Potrerito”.
Fuente: Semana