Ocho personas murieron apuñaladas y 17 resultaron heridas el sábado en una escuela de formación profesional del este de China, informó la policía, que atribuyó la matanza a un estudiante frustrado por haber fracasado en los exámenes de graduación.
El ataque se produjo a últimas horas de la tarde en el Instituto Profesional de Arte y Tecnología de Wuxi, en la provincia de Jiangsu, precisó la policía de la localidad de Yixing, donde se produjo la tragedia.
Se trata del segundo drama acaecido en China en menos de una semana, después de que un vehículo embistiera a una multitud el lunes en el sur del país, matando a 35 personas.
«A las 18:30 [10:30 GMT], se produjo un ataque con arma blanca en el Instituto Profesional de Artes y Tecnología de Wuxi», que dejó «ocho muertos y 17 heridos», indicó el informe.
El presunto autor de la matanza, un estudiante de ese establecimiento, de 21 años, fue «arrestado en el lugar de los hechos», prosiguió.
El sospechoso, frustrado «por haber fracasado en los exámenes de graduación y porque estaba insatisfecho con la remuneración de su pasantía, regresó a la escuela para mostrar su irritación y cometer estos asesinatos«, señala el parte policial.
El centro educativo, que cuenta con unos 12.000 inscritos según su portal, está situado a unos 150 kilómetros al este de Shanghái, la capital económica y financiera de la potencia asiática.
Recibe estudiantes procedentes de todo el país y ofrece numerosos cursos de formación, especialmente en arte, diseño, cerámica y moda.
«Desesperación»
La policía aseguró que el sospechoso «confesó todo».
Los servicios concernidos «están plenamente movilizados para atender a los heridos, gestionar las secuelas de la tragedia y llevar a cabo la investigación sobre este caso», indicó la policía.
Hasta el momento, ningún vídeo del drama circulaba en las redes sociales, pero muchos internautas se declaraban conmocionados por la seguidilla de dos ataques masivos en tan pocos días.
«¿En qué estado de desesperación deben encontrarse esas personas para llegar a semejantes extremos?», se preguntó un usuario de la red social china Weibo.
«Hay que reforzar la seguridad en los campus, al igual que los cursos de psicología para los estudiantes, para que no se repitan tragedias de este tipo», propuso otro.
«¿Ya van cuántos casos de este tipo este año? (…) La brecha de riquezas es cada vez mayor, hoy en día todo el mundo tiene que ganarse duramente la vida», escribió otro usuario, tratando de esbozar un análisis de lo ocurrido.
Censura
La censura china da señales de fuerte actividad en el control de los comentarios en Weibo, sobre todo en los que cuelgan los seguidores de las cuentas de medios oficiales.
La de la televisión estatal CCTV señala haber recibido 6.357 comentarios, pero solo se pueden ver veinte, todos muy formales.
China es un país bastante seguro, aunque en los últimos meses se produjeron varios ataques con fuerte repercusión.
El lunes pasado, un hombre de 62 años mató a 35 personas e hirió a 43 embistiéndolas con su coche en la ciudad meridional de Zhuhai.
En octubre, un hombre mató a puñaladas a tres personas e hirió a 15 en un supermercado de Shanghái.
En septiembre, un alumno japonés murió apuñalado en Shenzhen, en el sur del país.
En otro registro, unas 30 personas murieron y 140 resultaron heridas a puñaladas en marzo de 2014 en una estación de Kunming, en el suroeste.
Las autoridades del país comunista atribuyeron ese drama a un atentado «terrorista» cometido por separatistas de la región de Xinjiang, en el noroeste del país.
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