Mucha gente se pregunta ¿quién en realidad gobierna en Venezuela?
Algunos dicen que son los cubanos castristas. Otros que los rusos, los chinos, los turcos, los iraníes. Unos cuantos aseguran que son los grandes carteles de la droga. Y no falta quienes señalen a los guerrilleros de las FARC y el ELN, así como a los extremistas del Medio Oriente
De lo que nadie parece tener dudas es de que en Venezuela padecemos un régimen antinacional; así, tal cual. Y lo digo por muchas razones.
Iniciemos con el tema de identidad, nadie puede generar arraigo en una tierra que no es la suya ni la quiere porque se lo impongan; y este es el caso de Maduro y muchos de sus cómplices.
Vamos a mencionar, como punto de partida, que tenemos a un “presidente” (así entre comillas), que está más cercano a Cúcuta que de San Cristóbal.
Pues, a pesar de todo el misterio sobre el origen de Maduro, es evidente que su forma de gobernar nos demuestra su poco afecto hacia Venezuela y los venezolanos.
Además, Maduro parece que le fascina rodearse para gobernar de pillos extranjeros, pues acaba de nombrar al barranquillero Alex Saab, acusado de infinidad de delitos, como nuevo ministro de Industria y Producción Nacional de Venezuela.
Y esta no es la primera vez, debemos recordar que hace un tiempo él nombró a la cubana Leticia Cecilia Gómez Hernández como ministra del Turismo, violando descaradamente la Constitución y burlándose de los venezolanos.
Y no se pregunten qué hacen las fuerzas armadas al respecto de esa entrega de la soberanía nacional, porque la respuesta es… ¡Nada!
También debemos recordar cómo el finado introdujo dentro de las Fuerzas Armadas Nacionales a una serie de oficiales y generales cubanos que hacían y deshacían dentro del ejército venezolano y los demás componentes.
Y ni hablar de cómo Maduro ha entregado enormes partes del territorio nacional para el disfrute económico de otros países, como están haciendo con China, Irán y otras naciones que tienen potestad sobre extensas áreas del territorio venezolano.
Ahora, otra forma de querer algo es protegerlo, y como podemos ver, Nicolás Maduro no protege ni quiere a Venezuela y una evidencia de ello es su peligrosa alianza con grupos terroristas internacionales.
Este afán de relacionarse con extremistas no es nada nuevo tampoco y data de los tiempos del difunto abrazado con Sadam Husein y otros como Muamar el Gadafi.
Ahora vemos cómo estos antinacionales, sin detenerse a evaluar los efectos negativos para el país, se la pasan defendiendo la causa de Hamás y Hezbolá y generando una política internacional torpe, para decir lo menos.
El respaldo de Maduro al ataque perpetrado por Irán contra el Estado de Israel coloca a Venezuela dentro de un debate que le es ajeno.
Además, que tal acción pone en evidencia el matrimonio de Maduro con los grupos más radicales del islam.
Asimismo, Maduro fue juramentado públicamente y le fue impuesta la Kufiya o bufanda palestina, que lo identifica como representante del grupo terrorista de Hamás en Venezuela y el mundo, lo que en sí mismo es otra demostración de su poca identidad con los valores cristianos y occidentales venezolanos.
En síntesis, Maduro y sus colaboradores no representan a Venezuela pues su antinacionalismo es evidente y cada día más demostrable y detestable.
Por eso tienen y van a salir del poder… y pronto.
Así sabremos en realidad quién gobierna en Venezuela y quién tiene que rendir cuentas.
Sin más que agregar, nos leemos la próxima semana.
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