La victoria de Sheinbaum en las elecciones presidenciales del mes de junio fue contundente. La candidata oficialista obtuvo el 58,8% de los votos frente al 28,2% de su principal oponente, Xóchitl Gálvez. Este resultado superó el 53% que su compañero de partido, López Obrador, consiguió en 2018. Gálvez, candidata de la coalición opositora, reconoció la derrota y felicitó a Sheinbaum, calificando su triunfo como un “hito histórico”.
En la capital, Ciudad de México, la candidata oficialista, Clara Brugada, también obtuvo una victoria significativa en las elecciones locales, con el 51,9% de los votos, superando al candidato del Partido Acción Nacional, Santiago Taboada, quien obtuvo el 38,7%.
La celebración del cambio del poder ejecutivo en México se adelantó al 1 de octubre, una novedad introducida por la reforma Política-Electoral de 2014, que busca dar más tiempo al presidente entrante, y tener así una transición más eficiente. Esta modificación también establece el 1 de octubre como día festivo obligatorio para todas las dependencias del país.
El cambio de fecha tiene implicaciones prácticas importantes. Al asumir el cargo en octubre, la presidenta electa podrá influir directamente en la elaboración del presupuesto del próximo año. En este caso, será la primera vez que un presidente electo asuma el cargo en esta fecha, ya que la de López Obrador en 2018 sí se realizó en diciembre.
Con información de Europa Press.