La negociación de los grupos políticos del Parlamento Europeo en busca de un texto común sobre la situación en Venezuela puso de manifiesto este martes la discrepancia entre reconocer como presidente al candidato opositor en las últimas elecciones presidenciales, Edmundo González Urrutia, o únicamente su victoria electoral.
Una reunión entre los negociadores sobre este tema de los principales grupos de la Eurocámara ha servido para constatar que el Partido Popular Europeo (PPE) y los Conservadores y Reformistas Europeos (ECR) rechazan rebajar su postura de que la Unión Europea debe reconocer a González como legítimo presidente y que los liberales de Renovar Europa y los Socialistas y Demócratas prefieren no llegar tan lejos.
En principio, es la primera de estas dos posturas la que recabaría un mayor apoyo si el PPE se apoya, además de en ECR, en la ultraderecha de los Patriotas por Europa y de la Europa de Naciones Soberanas, los nuevos dos grupos de la Eurocámara tras las elecciones.
Estos cuatro grupos suman en bloque 375 escaños de un hemiciclo de 720 asientos, mientras que el resto de grupos (socialdemócratas, liberales, verdes e izquierda) tendrían mucho más complicado tener más síes que noes con sus 312 escaños.
La Eurocámara en su conjunto votaría el jueves la resolución de los grupos de derechas y está por ver si habría también un texto alternativo de las fuerzas progresistas, que tienen muchos puntos de encuentro.
Una fuente socialdemócrata destacó que su grupo coincide con «un 95 %» de la resolución que plantea el PP en cuanto a la denuncia de la represión, la deriva del país, la ola de detenciones y el apoyo de las sanciones europeas al régimen, pero que no comparten el reconocimiento de González por «coherencia», «legitimidad y «utilidad».
La fuente señaló que ni la Unión Europea ni ninguno de sus países por separado le reconoce como presidente, mientras que en la comunidad internacional sólo lo hacen Panamá y Ecuador. Además, apuntan que aún teniendo «indicadores» de cuál ha podido ser el resultado, es necesaria una mayor legitimidad para efectuar un reconocimiento así.
Por último, avisan también de que «más allá de debates morales» el reconocimiento de Juan Guaidó como presidente interino de Venezuela en enero de 2019 con un amplio consenso de la Eurocámara «ha fracasado» y no ha conseguido los objetivos que buscaba, además de dificultar la interlocución con el régimen e «intoxicar» las relaciones de la UE con toda Latinoamérica.
Por eso, esta fuente cree que aunque se puede buscar una forma de enviar una señal política de apoyo, el reconocimiento es un «ejercicio institucional», al tiempo que lamentó que la postura del Partido Popular Europeo se vea influida por la política doméstica española.
El desacuerdo existente se hizo patente en un debate celebrado en el Parlamento este martes.
La eurodiputada del PP Dolors Montserrat dijo durante su intervención que «nuestro deber como miembros de la Unión Europea es reconocer la figura de Edmundo González como presidente electo de Venezuela» y subrayó que «Europa debe estar en el lado correcto de la historia».
Por su parte, el eurodiputado del PSOE Javi López, tras denunciar el resultado «no creíble, ilegítimo» de las elecciones venezolanas y reclamar el respeto a la voluntad expresada en las urnas, añadió que «lamentablemente, cada vez que hablamos de Venezuela aquí parte del Partido Popular Europeo decide instrumentalizar esta cuestión para dividir a esta Cámara» y adelantó que «probablemente» la cuestión del reconocimiento de González «vaya a dividir a la Camara» en la votación de la resolución de esta semana.
El eurodiputado Hermann Tertsch, de Vox, consideró que la comunidad internacional «tiene que hacer su parte» y reconocer a Edmundo González como presidente legitimo del país y añadió que la izquierda en el Parlamento Europeo «quiere evitar la presión real sobre el régimen» y «dejar todo en una especie de solicitud de buena conducta a la dictadura de Maduro».
En ese contexto, Tertsch confió en que salga adelante una resolución que «tiene lo justo y necesario para defender a los venezolanos y presionar con credibilidad a la dictadura».
La eurodiputada de Esquerra Republicana Diana Riba dijo que «lamentablemente lo que no importa a la mayoría de los que hoy exigen un reconocimiento virtual y sin ninguna consecuencia real son los venezolanos» y aseguró que al grupo de los Verdes de la Eurocámara, del que forma parte, si le importan «los y las venezolanas, sus derechos y sus libertades».
Riba pidió que la UE tenga «un papel constructivo» y actúe «para generar cambios tangibles en la realidad venezolana».
El plazo para presentar las resoluciones concluye mañana a mediodía y los textos se votarán el jueves, también a mediodía.
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