En su discurso más seguido del año, Jerome Powell, el presidente de la Reserva Federal, señaló claramente que el banco central de Estados Unidos está dispuesto a recortar las tasas de interés en septiembre.
“Ha llegado el momento de ajustar la política monetaria. La dirección del camino es clara, y el momento y el ritmo de los recortes de tasas dependerán de los datos que se vayan obteniendo.
Según Powell, la política se ajustará para proteger el mercado laboral de un mayor debilitamiento, después de los últimos meses negativos, sin permitir que la inflación vuelva a aumentar otra vez como durante la pandemia.
«No buscamos ni damos la bienvenida a un mayor enfriamiento de las condiciones del mercado laboral».
Después de más de un año de mantener las tasas de interés en 5,3 por ciento, el nivel más alto en más de dos décadas, las esperanzas son muchas para la reunión que celebrará la Fed a mediados de septiembre.
Y si bien Powell no dio una pista clara de cuán grande podría ser el recorte, según expertos como Maurizio Carta, los mercados ya se están moviendo frente a un posible recorte hasta de medio punto porcentual, en lugar de un simple 0,25 por ciento. Con un impacto evidente…
“El dinero va a ser más barato para los estadounidenses y todo está denominado en dólares. Por ejemplo, la hipoteca, los préstamos, la tarjeta de crédito. Todo.»
Carta añadió: “Si tiene tasas más bajas, las empresas se ven incentivadas a gastar dinero, a invertir dinero. Eso impulsa la economía”))
La repercusión de esta decisión se vendrá a nivel global también, incluso en América Latina, según Carta.
“Si la economía de Estados Unidos va a tener un gran impulso, todo el mundo se une, porque él es la primera economía del mundo, un gran influenciador de todo.”
Las autoridades han estado utilizando tasas de interés elevadas para intentar enfriar la economía y, de ese modo, combatir la inflación galopante. Tras la caída del índice inflacionario, el momento parece ahora favorable.