Los rescatistas italianos llevaron a tierra el viernes el cadáver de la última persona que continuaba desaparecida tras el naufragio de un superyate frente a la costa de Sicilia, informó la Guardia Costera de Italia.
Las autoridades creen que se trata de la hija adolescente del magnate británico de la tecnología Mike Lynch, quien también murió cuando la embarcación se hundió a inicios de semana.
Hannah Lynch, de 18 años, era la única persona que no había sido hallada después de que el Bayesian, un yate de 56 metros (184 pies) de eslora con bandera británica, naufragó en medio de una tormenta a primera hora del lunes.
El cadáver de Mike Lynch fue recuperado el jueves. Celebraban la reciente absolución del magnate por acusaciones de fraude en compañía de su familia y personas que lo defendieron en un juicio en Estados Unidos. Su esposa, Angela Bacares, fue una de los 15 sobrevivientes.
“La familia Lynch está devastada, en shock y está siendo consolada y apoyada por familiares y amigos. Sus pensamientos están con todos los afectados por la tragedia”, dijo un portavoz de la familia en un comunicado emitido el viernes.
Los rescatistas trabajaron durante cuatro días para hallar a todos los desaparecidos, avanzando lentamente por el interior de los restos del naufragio que yacen en el lecho marino a 50 metros (164 pies) de profundidad.
Funcionarios de Protección Civil creen que la embarcación fue impactada por un tornado sobre el agua, o manga de agua, y se hundió rápidamente.
Las otras cinco personas fallecidas son Christopher Morvillo, uno de los abogados estadounidenses de Lynch, y su esposa, Neda; Jonathan Bloomer, presidente de la filial de banca de inversión de Morgan Stanley con sede en Londres, y su esposa, Judy; y Recaldo Thomas, chef del yate.
Los investigadores de la Fiscalía de Termini Imerese anunciaron que ofrecerán una conferencia de prensa el sábado para revelar las primeras conclusiones de su pesquisa penal, que se abrió inmediatamente después de la tragedia pese a que no se ha identificado públicamente a ningún sospechoso de manera formal.
La principal cuestión en que se centran los investigadores es cómo un velero considerado “insumergible” por su fabricante, el astillero italiano Perini Navi, se hundió al tiempo que un velero cercano resultó prácticamente ileso.
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