Isabel Pantoja sigue lidiando con tensiones familiares, incluso mientras se enfoca en su gira de conciertos, con una próxima actuación en Albacete. En medio de su agenda profesional, ha surgido una nueva polémica: la cantante ha decidido desalojar a Junko, la viuda de su hermano Bernardo Pantoja, del piso en Sevilla que desea vender para aliviar sus problemas económicos.
A pesar de la demanda de desahucio presentada por Isabel, Junko no parece preocupada. Su última reaccioón ante la presencia de la prensa ha sido echar a cprrer, evitando hacer declaraciones y limitándose a saludar brevemente antes de apresurarse a entrar en su casa. Con un «buenas tardes» y una actitud evasiva, Junko no ha queridoconfirmar si posee el documento que podría asegurar su permanencia en la vivienda. Su comportamiento, marcado por el misterio y la prisa, ha llamado la atención.
El documento en cuestión sería un manuscrito supuestamente firmado por Isabel Pantoja, en el que se reconocería a Bernardo el derecho a vivir en el piso hasta su muerte, extendiendo este derecho a sus allegados, incluyendo a su mujer. Aunque el entorno de la tonadillera niega rotundamente la existencia de tal documento, la viuda parece aferrarse a esta posibilidad para evitar el desalojo, lo que ha complicado aún más la situación.
Mientras tanto, Isabel ha optado por llevar el caso a los tribunales, presentando una demanda de desahucio que entrará en vigor al finalizar agosto. Sin embargo, la aparente tranquilidad de Junko y su actitud evasiva ante los medios indican que la batalla por el piso está lejos de resolverse. La japonesa sigue manteniendo un perfil bajo, lo que ha generado especulaciones sobre su verdadera estrategia frente a la acción legal de Isabel Pantoja.