Tras el 4,6% de junio y con estimaciones cercanas al 4% para julio, la inflación de agosto podría empezar con 3 por primera vez desde enero de 2022, cuando alcanzó el 3,9 por ciento. No obstante, los factores que están contribuyendo a su desaceleración no parecen ser sostenibles en el largo plazo.
En primer lugar, los precios iniciaron una tendencia descendente como resultado de un fuerte ajuste monetario, la caída del consumo, que impacta negativamente en la industria; y la postergación de quita de subsidios.
Sobre esto último, Econviews, la consultora que comanda Miguel Kiguel, sostuvo en un informe: “En varios meses el gobierno eligió no continuar con el alineamiento de precios relativos para mejorar el número de inflación en el corto plazo. No es grave en la medida que sea por un tiempo y siga teniendo superávit fiscal. Pero hay que tener en cuenta que tarde o temprano los precios relativos tienen que alinearse”.
A su vez, con cepo mediante y un crawling peg del 2% mensual, el Gobierno está utilizando el dólar como ancla inflacionaria. “El problema es que la experiencia muestra que el tipo de cambio es un arma de doble filo, porque por un lado efectivamente tiene un efecto sobre la inflación, lo que hace que los gobiernos se engolosinen, pero por otro puede llevar a un atraso cambiario que termine en una devaluación que desestabilice lo logrado”, consideró la consultora.
Aún así, mientras que el ministro de Economía, Luis Caputo, espera que la inflación sea menor al 1% mensual en septiembre, las proyecciones privadas muestran un piso de 3% hasta fin de año.
En suma, a la espera de la publicación del Índice de Precios al Consumidor (IPC) por parte del Indec –el próximo 14 de agosto–, la inflación porteña fue de 5,1% en julio, marcando una aceleración por segundo mes consecutivo.
Según el último Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM), el IPC de agosto será de 3,8% en agosto y de 3,7% en septiembre, sin grandes variaciones en los meses siguientes. Para 2024 se espera una inflación del 127,4% anual.
Por su parte, Analytica proyecta un nivel general de precios de 3,9% para este mes, similar a su estimación de julio. “En particular vemos una aceleración en los precios regulados compensada con una leve desaceleración en la inflación núcleo y los precios con estacionalidad”, dijo Claudio Caprarulo, director de la consultora.
En tanto, Equilibra espera una inflación de 3,5% principalmente por la suba de precios regulados como resultado de la suba de tarifas de energía y transporte.
Fausto Spotorno, economista de OJF & Asociados, aseguró: “Creemos que la inflación de agosto va a estar entre 3,5% y 4% por varias razones. En primer lugar, lo que tiende a presionar al alza es el aumento de tarifas, como la suba del boleto de colectivo. Habrá que ver si hay alguna aceleración o no en frutas y verdura, que traccionó mucho en julio. Posiblemente también tengamos algunos aumentos adicionales en servicios como expensas. En principio, consideramos que no va a haber mucha diferencia con respecto a lo que fue la inflación de julio”. De acuerdo a sus estimaciones, el mes pasado el índice de precios llegó al 3,8 por ciento.
Desde Econviews, la economista Pamela Morales Jourdan dijo: “Esperamos que la inflación de agosto siga alrededor del 4 por ciento. Creemos que estamos transitando lo que se llama ‘inercia inflacionaria’. Esto debido a que los contratos y salarios siguen ajustando por expectativas de inflación y también porque todavía quedan correcciones que hacer en los precios regulados. Además, hay incertidumbre respecto a lo que pasará con el dólar. Es esperable que cuando se liberen las restricciones cambiarias y se unifique el tipo de cambio haya algún impacto en precios”.
Eugenio Marí, economista jefe de la Fundación Libertad y Progreso, afirmó: “Para el mes de agosto esperamos un IPC general similar al de julio, en torno al 4%. Nuestras mediciones apuntan a que la inflación núcleo va convergiendo al 3% mensual, y acercándose al ritmo del crawling peg del tipo de cambio oficial. Sobre esta tendencia se suman las actualizaciones de precios regulados, que incluyeron tarifas y combustibles, y la corrección que hubo sobre el precio del transporte público en el AMBA, que estaba entre los rubros más atrasados. Con todo, los regulados estimamos aportarán 0,8 puntos adicionales a la variación mensual del índice”.
“En septiembre la baja del Impuesto PAIS ayudaría a reducir el precio de los transables, con lo cual el IPC núcleo podría comenzar con un 2 adelante. Y la general, según las actualizaciones de regulados que defina el gobierno, arrancaría con un 3. No sería raro que haya alguna actualización en los precios de las tarifas de la energía, ya que es un mes donde la demanda de los usuarios es menor y hay un tiempo prudencial para adaptar el patrón de consumo de cara al verano”, agregó.
De acuerdo a EcoGo, la inflación de agosto alcanzaría el 4,1% mensual. “Aunque la mayoría de los rubros experimentó variaciones leves, la suba en boletos de colectivo y tarifas de luz y gas, junto con los aumentos en prepagas, servicio doméstico y colegios privados traccionó los precios al alza”, indicó la consultora en su informe.
En la primera semana del mes, los alimentos registraron un incremento del 1,1%, lo que representa una aceleración respecto a la semana previa. “Con este dato y considerando aumentos proyectados para las semanas restantes del 0,8%, la inflación en alimentos consumidos dentro del hogar ascendería a 3,8% en agosto”, detalló.
Para LCG, en el mismo período la inflación en alimentos se aceleró 0,8 puntos porcentuales y avanzó 1,3 por ciento. “La suba promedio mensual se ubica en 2,8% y 2,6% en la medición punta a punta de las últimas 4 semanas”, estimó la consultora.