La Corte Suprema allanó el viernes el camino para que las ciudades prohíban que las personas sin hogar duerman al aire libre en lugares públicos, anulando la decisión de una corte de apelaciones de California, según la cual dichas leyes equivalen a un castigo cruel e inusual cuando falta espacio en albergues.
El caso es el más importante que se ha presentado ante el máximo tribunal en décadas sobre el tema y se produce en un momento en que un número creciente de personas en Estados Unidos no cuenta con un lugar permanente donde vivir.
En una decisión de 6 a 3, dividida en líneas ideológicas, el máximo tribunal encontró que tales prohibiciones no violan la Octava Enmienda.
Las ciudades del oeste de Estados Unidos han argumentado que la decisión dificulta el manejo de los campamentos al aire libre en espacios públicos, pero los defensores de las personas sin hogar dicen que castigar a quienes necesitan un lugar para dormir criminalizará a dichas personas.
En California, que alberga a un tercio de la población de personas sin hogar de todo Estados Unidos, el gobernador demócrata Gavin Newsom dijo que la decisión da al estado y a las autoridades municipales la facultad de retirar de las calles “campamentos inseguros”, de acuerdo con políticas que respeten los derechos humanos fundamentales.
“Esta decisión elimina las ambigüedades legales que les han atado las manos a las autoridades locales durante años”, afirmó.
El juez Nei Gorsuch reconoció esas preocupaciones en la opinión que escribió para la mayoría.
“Es tema de los indigentes es complejo. Sus causas son muchas. También pueden serlo las respuestas de política pública necesarias para abordarlo”, escribió. “Un puñado de jueces federales no pueden ni siquiera empezar a ‘igualar’ la sabiduría colectiva que posee el pueblo estadounidense a la hora de decidir ‘cómo manejar mejor’ una cuestión social apremiante como la indigencia”.
Sugirió que las personas que no tienen más remedio que dormir al aire libre podrían plantearlo como una “defensa de necesidad”, si reciben una multa u otro tipo de castigo por violar una prohibición de acampar.
Los defensores de las personas sin hogar, por otro lado, dijeron que permitir que las ciudades castiguen a las personas que necesitan un lugar para dormir criminalizará la falta de vivienda y, en última instancia, empeorará la crisis. A las ciudades se les había permitido regular los campamentos según una decisión del Tribunal de Apelaciones del 9º Circuito de Estados Unidos, pero no podían impedir que la gente durmiera al aire libre.
“Dormir es una necesidad biológica, no un delito”, dijo la jueza Sonia Sotomayor, leyendo desde el estrado un disentimiento al que se unieron sus colegas liberales.
Castigar a las personas por algo que no pueden controlar, como la falta de hogar, es cruel e inusual, dijo. Advirtió que eliminar los argumentos de la Octava Enmienda contra las prohibiciones a acampar probablemente no terminará las luchas sobre las ordenanzas en el tribunal.
Karen Bass, alcaldesa demócrata de Los Ángeles, criticó la decisión de la mayoría, y dijo que las ciudades no deben “intentar salir del problema haciendo arrestos u ocultando la crisis de las personas sin hogar en ciudades vecinas o en la cárcel”. La única forma de abordarlo, sostuvo, es vincular a las personas con las viviendas y los servicios.
El caso surgió en poblado rural de Grants Pass, en Oregon, que apeló una decisión que eliminaba ordenanzas locales que imponían una multa de 295 dólares a las personas que durmieran a la intemperie, después que un gran número de carpas comenzaron a atestar los parques. La Corte de Apelaciones del 9no Circuito, que tiene jurisdicción sobre los nueve estados del oeste, ha sostenido desde 2018 que dichas prohibiciones violan la Octava Enmienda en áreas donde no hay suficientes lugares en los albergues.
Sara Bristol, alcaldesa de Grants Pass, dijo a The Associated Press que la ciudad no aplicará de inmediato las ordenanzas que multan a las personas por dormir al aire libre, y que el consejo municipal deberá revisar la decisión y determinar los pasos a dar.
“La demanda tiene que ver con si la ciudades tienen derecho a imponer restricciones a acampar en espacios públicos, y me alivia que Grants Pass pueda recuperar nuestros parques urbanos para la recreación”, dijo Bristol, que ocupa un puesto no partidista. “La falta de vivienda es un problema complejo, y nuestra comunidad ha tratado de hallar soluciones”.
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