Jerusalén, 1 jun (EFE).- El Ejército israelí siguió atacando la Franja de Gaza este sábado, después de que el presidente estadounidense, Joe Biden, anunciase el viernes una nueva propuesta de tregua y liberación de rehenes que cuenta con el visto bueno de Israel y ha sido bien acogida por Hamás.
En un comunicado, las fuerzas israelíes confirmaron que siguen operando en Rafah, en el sur del enclave, donde aseguraron haber encontrado numerosas armas, bocas de túneles, cohetes, explosivos y material militar.
Además, bombardearon un edificio en ciudad de Gaza (norte) que, según Israel, pertenecía a una organización que se dedicaba a enviar fondos a los familiares de combatientes de Hamás muertos o encarcelados.
Según el Ministerio de Sanidad gazatí, controlado por Hamás, más de 36.300 personas han muerto y otras 82.400 han resultado heridas desde que comenzó la guerra en el enclave palestino.
Mientras, la situación humanitaria en la franja continúa empeorando. El paso fronterizo de Rafah, por donde entraba gran parte de la ayuda al sur de Gaza, se mantiene cerrado desde el comienzo de la operación israelí en la localidad, el pasado 6 de mayo.
Por el cruce de Kerem Shalom, también en el sur, apenas está entrando ayuda de manera esporádica, según los datos diarios de cruces de camiones recogidos por la agencia de la ONU para los refugiados palestinos (UNRWA).
En la localidad de Deir al Balah, en el centro de Gaza, ha muerto por inanición un joven de 13 años en el hospital Mártires de al Aqsa, según recogen medios palestinos.
En imágenes publicadas en redes sociales puede verse el cuerpo totalmente demacrado del joven sobre una camilla, con la boca abierta, mientras un sanitario le sujeta una mano.
Las autoridades israelíes insistieron este sábado en que no aceptarán un alto el fuego permanente en la Franja de Gaza hasta que no se cumplan los objetivos de la guerra, que pasan por eliminar completamente «las capacidades militares y de gobierno de Hamás» en el enclave.
«De acuerdo con la propuesta, Israel seguirá insistiendo en que se cumplan estas condiciones antes de que entre en vigor un alto el fuego permanente», aseguró en un mensaje la oficina del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu.
Las palabras son similares a las que Israel usó anoche, después de que Biden anunciase desde la Casa Blanca una propuesta de tregua israelí en tres fases, en las que se sucederían varios intercambios de rehenes israelíes por presos palestinos mientras las tropas se retiran gradualmente del enclave y se pone en marcha un plan de reconstrucción.
Tanto Biden como el presidente francés, Emmanuel Macron, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y la ministra de Exteriores alemana, Annalena Baerbock, han mostrado su apoyo a la propuesta.
También el jefe de la oposición israelí, Yair Lapid, dio su visto bueno al plan de tregua, y reiteró su oferta a Netanyahu de apoyar al Gobierno si sus socios ultraderechistas abandonan la coalición.
«El gobierno israelí no puede ignorar el importante discurso del presidente Biden. Hay un acuerdo sobre la mesa y es necesario llevarlo a cabo», escribió el político en su cuenta de X.
El grupo islamista ha dicho que ve «positivamente» la propuesta de tregua en lo que se refiere a un «alto el fuego definitivo, la retirada de las fuerzas israelíes de la Franja de Gaza, la reconstrucción de Gaza y el intercambio de prisioneros», y aseguró estar dispuesto a tratar de forma constructiva cualquier plan que incluya estos puntos.
Hamás lleva días insistiendo en que está preparado para alcanzar un acuerdo de liberación de los secuestrados a cambio de prisioneros palestinos en cárceles israelíes, siempre y cuando Israel ponga fin a la guerra.