Un total de 66 armas, granadas, municiones y más de 30 equipos celulares fueron hallados por policías y militares durante el operativo desplegado este lunes en el Centro Penitenciario Vista Hermosa, ubicado en el estado Bolívar (sur, fronterizo con Brasil), el quinto tomado por los cuerpos de seguridad en los últimos dos meses.
En declaraciones transmitidas por el canal estatal VTV, el ministro de Interior y Justicia, Remigio Ceballos, detalló que durante la intervención, registrada desde «tempranas horas de la madrugada», se encontraron «53 armas cortas, ocho armas largas, cinco subametralladoras, 105 cargadores, granadas, lanzagranadas, artificios lacrimógenos», además de «más de 30 celulares».
Indicó que se obtuvo también «material criminalístico» que las autoridades están revisando y que la estructura criminal que operaba desde el penal «está totalmente bajo custodia de los órganos de seguridad ciudadana».
«Podemos decir que hemos desmantelado totalmente la estructura criminal que aquí funcionaba y todas las distintas actividades prohibidas que se realizaban dentro de este centro penitenciario ya no podrán ser realizadas más. Ahora ha pasado este centro también al proceso de reimpulso del sistema penitenciario», aseveró.
Ceballos dijo que en esta cárcel funcionaba un «centro de extorsión para todo el país», aunque no detalló la forma en la que operaba.
Agregó que los 1.228 privados de libertad que se encontraban en esta prisión fueron trasladados a «distintos centros del país» donde, de manera temporal, podrán cumplir con el «régimen penitenciario» que les permitirá hacer las actividades que les corresponden para su «redención».
Ceballos señaló, además, que las autoridades mantienen investigaciones contra funcionarios que, «de manera intencional o por omisión de sus funciones», hayan cometido actos dentro de esta cárcel que impliquen sanciones penales, administrativas o disciplinarias.
El pasado viernes, los cuerpos de seguridad intervinieron el Centro Penitenciario de Oriente, conocido como La Pica, donde incautaron armas, municiones y teléfonos móviles.
Estas intervenciones se efectuaron en el marco de la llamada Operación Guaicaipuro, que comenzó con la toma de un penal en el estado Aragua, en el que operaba el Tren de Aragua, una banda criminal extendida por Chile, Perú, Bolivia y Colombia.
