El humo se eleva sobre los edificios tras un ataque israelí en la aldea fronteriza de Majdal Zoun, en el sur del Líbano, el 9 de marzo de 2024, en medio de tensiones transfronterizas en curso mientras continúan los combates entre Israel y militantes de Hamás en la Franja de Gaza. (Foto de AFP)
La aviación israelí atacó este sábado dos complejos miliares de Hezbolá en Labbouneh y en el área de Ayta ash Shab, así como centros de comando en Majdal Zoun y Kafra, y más infraestructura en Mhaibib, tras cumplirse cinco meses de intenso intercambio de fuego en esa frontera, que se ha recrudecido en las últimas semanas.
“A lo largo del día, se identificaron numerosas lanchas que cruzaban desde el Líbano hacia el norte de Israel. En represalia, los soldados de las Fuerzas de Defensa de Israel atacaron las fuentes de los lanzamientos”. indicó un comunicado castrense.
El grupo libanés se ha atribuido este sábado la autoría de seis ataques con misiles y cohetes hacia Israel; y la víspera reivindicó cinco ataques con cohetes y artillería contra objetivos militares del Ejército israelí, que respondió bombardeando al menos tres complejos militares del grupo libanés en diferentes puntos del sur de Líbano, y dos centros de comando militar en Mansouri y Bint Jbeil.
“Reforzamos constantemente nuestra disposición para lanzar una ofensiva en el Líbano. Mi compromiso es cambiar la situación de seguridad para que los residentes regresen a casa”, afirmó el jefe del Comando Norte de las FDI, Ori Gordin, tras una reunión con los alcaldes de las comunidades desplazadas del norte de Israel, que suman unos 80.000 evacuados.
Las partes están enzarzadas en intenso fuego cruzado desde el pasado 8 de octubre, un día después del estallido de la guerra de Gaza, que se ha cobrado la vida de al menos 330 personas, la mayoría en el lado libanés y en las filas de Hizbulá, que ha confirmado 229 bajas de milicianos, algunas en Siria.
En Israel han muerto 17 personas en la frontera norte (10 militares y 7 civiles); mientras que al otro lado de la frontera han fallecido al menos 313 personas, entre ellos se incluyen 37 integrantes de milicias palestinas, un soldado israelí y 46 civiles (al menos diez menores y tres periodistas), además de los combatientes de Hezbolá.
Los enfrentamientos, los peores desde la guerra librada por ambos en 2006, han ido ganando intensidad con el paso de los meses y se han recrudecido con especial fuerza en las últimas semanas.
Esta semana, el mediador estadounidense Amos Hochstein se reunió con altos cargos libaneses en Beirut y posteriormente viajó a Israel para tratar de encontrar una solución diplomática a la crisis, sin que por el momento se hayan anunciado avances en esta tarea.
Hizbulá ha reiterado que no negociará una salida política hasta que no cese la violencia en la Franja de Gaza, donde la comunidad internacional se afana por mediar un alto el fuego antes de que comience el mes sagrado musulmán de Ramadán.
EFE