Por estos días, el presidente de Colombia, Gustavo Petro, está visiblemente molesto. Así se le ha visto en público y en sus comentarios en redes sociales. Todo comenzó el 24 de enero cuando la Procuraduría General de la Nación suspendió provisionalmente por tres meses al canciller Álvaro Leyva por presuntas irregularidades que se habrían presentado al cancelar una licitación para la fabricación de pasaportes. «No nos van a dejar gobernar», manifestó el mandatario en un discurso público en la población de El charco, Nariño, en el sur del país.
A pesar de la sanción disciplinaria, el ministro de Relaciones Exteriores no ha acatado la medida. «Si las autoridades desvían su conducta de los principios democráticos, debilitan la Constitución y erosionan las bases de su legitimidad», dijo el 1 de febrero el viceprocurador Silvano Gómez al advertir que el desacato del canciller y del presidente de la República atenta contra el Estado de derecho. La Procuraduría anunció que el 15 de febrero se iniciará el juicio disciplinario contra Leyva quien, a través de su abogado, interpuso un recurso jurídico ante el ministerio público para tratar de frenar las decisiones en su contra.
Este lunes Yefferson Dueñas, abogado del canciller, envió una comunicación por escrito a la Procuraduría en la que afirma que el funcionario “no puede separarse del ejercicio de sus funciones sin que exista un acto administrativo que así lo protocolice por parte de su nominador, so pena de verse expuesto a investigaciones por abandono del cargo de cargo e incumplimiento de sus deberes funcionales”. La Cancillería ha manifestado que en todo lo que tiene que ver con este caso la vocería estará a cargo del abogado de Leyva.
El canciller, previo al pronunciamiento de la Procuraduría, había rechazado los cuestionamientos y ha dicho en varias declaraciones públicas que ha actuado apegado a la ley.
A la molestia del presidente por la situación del canciller se sumaron los reclamos a varios de sus ministros por la presunta falta de resultados en la ejecución del presupuesto de la nación para cumplir con los objetivos sociales del gobierno, según pudo confirmar CNN en conversaciones con dos funcionarios presentes en la tensa reunión de ministros de la semana pasada. Varios funcionarios, entre ellas la directora del Departamento de Prosperidad Social, Laura Sarabia, muy cercana al mandatario, presentaron su renuncia. Petro no se la aceptó, pero en cambio sí al entonces director del Departamento Nacional de Planeación, Jorge Iván González.
Al malestar del mandatario, también se añaden las críticas a su Gobierno por la pérdida de la sede de los Juegos Panamericanos 2027 que se iban a realizar en la ciudad de Barranquilla, norte de Colombia.
Fuente: CNN
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