Rodaje de ‘La sociedad de la nieve’.FOTOGRAFÍAS: CETURSA/NETFLIX
No era la primera vez que se enfrentaba a una situación pantagruélica. Ya lo hizo en Lo imposible (2012), filme con el que el cineasta Juan Antonio Bayona consiguió duplicar en la gran pantalla el tsunami que destrozó el Sudeste Asiático en 2004. Entonces construyó un enorme tanque con un complejo de cabañas dentro que debía ser destruido por las bestiales embestidas de las olas a través de un sistema generador capaz de mover 13 millones de litros de agua. Ahora acaba de repetir hazaña, ya que en su última película, La sociedad de la nieve, disponible en Netflix y nominada a los Oscar como mejor película de habla no inglesa, tenía que reproducir el terrible accidente de avión que se estrelló en los Andes el 13 de octubre de 1972.
Por El Mundo
Casi todo el mundo sabe cómo acaba la historia: solo sobrevivieron 16 de los 45 pasajeros procedentes de aquel vuelo 571 de la Fuerza Aérea Uruguaya que salió de Montevideo rumbo a Santiago de Chile para que la mayoría de los viajeros, miembros del equipo de rugby Old Christians Club (el resto eran tripulantes, amigos y familiares), disputaran un partido. Las múltiples peripecias que tuvieron que sufrir para aguantar en la nieve 72 días en condiciones extremas se han contado muchas veces, empezando por el famoso filme Viven (1993), protagonizado por Ethan Hawke y John Malkovich, que incidía en los capítulos de canibalismo que vivieron los protagonistas del suceso para mantenerse con vida.
Por su parte, La sociedad de la nieve está basada en el libro homónimo firmado por Pablo Vierci, escritor, guionista, periodista y amigo de varios de los que viajaban en aquel avión. Llevaba inmerso en él desde poco después de que encontraran a parte de los pasajeros con vida. También está fundamentado en el documental del director uruguayo Gonzalo Arijón, quien relató al detalle el trágico accidente. Es ahora cuando Bayona ha vuelto a rescatar aquella gesta de la mano de Vierci, que sirvió de nexo entre los supervivientes y el cineasta español, cuya criatura ya ha recibido el premio del público en el Festival de Cine de San Sebastián.
Eso sí, pese a algunas tomas se rodaron en el mismo lugar en el que se produjo el accidente, el Valle de las Lágrimas de la cordillera de los Andes, un área a casi 4.000 metros sobre el nivel del mar en la frontera entre Argentina y Chile (aunque en el lado primero) la recreación se ha llevado a cabo en España. En la estación de esquí de Sierra Nevada, para más datos.
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