Una vista de la Casa Blanca en Washington, el EE.UU., 4 de julio de 2023. (Crédito: Julia Nikhinson/Reuters)
La Constitución fija los únicos tres requisitos para ser candidato a presidente en Estados Unidos: el aspirante debe ser ciudadano por nacimiento, haber vivido en el país al menos 14 años y tener al menos 35 años de edad.
Por CNN
Ciudadanía, edad y residencia
La ciudadanía por nacimiento se refiere a aquellas personas que nacieron en el país y no tuvieron que pasar por un proceso de naturalización, explica la Escuela de Leyes de Cornell.
Esto incluye, como su nombre lo indica, a aquellos nacidos en territorio estadounidense con independencia del estatus de ciudadanía de sus padres. (En algunos casos muy excepcionales, una persona que nació en Estados Unidos puede no ser ciudadana por nacimiento si no está bajo la jurisdicción del país; por ejemplo, los hijos de representantes diplomáticos).
Sin embargo, la Constitución no definió expresamente el término y tampoco se ha pronunciado al respecto la Corte Suprema, por lo que hay “cierta incertidumbre sobre si una persona nacida fuera de Estados Unidos, pero que adquiere la ciudadanía al nacer mediante una ley, es un ciudadano natural. Un ejemplo es la ciudadanía estadounidense que se transmite inmediatamente de padres a hijos”, detalla la Escuela de Leyes de Cornell.
El tema estuvo en la mira con la precandidatura de Ted Cruz en 2016, ya que nació en Canadá de una madre estadounidense y un padre cubano.
El requisito de edad plantea un mínimo pero no un máximo. Hasta ahora, el presidente más joven que ha tenido el país es Theodore Roosevelt, quien asumió el poder antes de cumplir los 43 años en 1901. Le sigue en la lista John F. Kennedy, quien llegó a la Casa Blanca a la misma edad y también fue el presidente en morir más joven.
¿No hay ningún requisito vinculado a los antecedentes penales?
No. Los requisitos son los que establece la Constitución y entre ellos no hay ninguna mención a la imposibilidad de ser candidato si una persona fue acusada y hasta condenada por uno o múltiples delitos.
En el pasado han habido convictos que se presentaron para cargos federales. Eugene Debs lo hizo desde la cárcel mientras se encontraba preso por una condena de espionaje en 1920 y llevó adelante su campaña presidencial, obteniendo más de 900.000 votos.
Este punto es importante de cara a las elecciones presidenciales de 2024 por los casos a los que se enfrenta el expresidente Donald Trump en los ámbitos civil y penal. El consenso general es que los casos, incluso si llegaran a resoluciones en su contra, no impactarían en sus posibilidades legales de ser candidato si gana la interna republicana.
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